Conocemos infinidad de películas ambientadas en la época de la Alemania nazi, pero ninguna como esta. Un largometraje extenso y agobiante que nos adentra en uno de esos campos de concentración ubicados en Auschwitz a través de la figura de un prisionero judío llamado Saúl, el cual se dedica a realizar los trabajos sucios que no hacían los alemanes (quemar los cadáveres, robar los objetos de valor de la ropa de estos, etc.) junto a otros compañeros también judíos. Acostumbrados a películas que tratan al espectador como un cliente pasivo al que mostrar un producto, este largometraje rompe con esa idea y requiere un papel algo más activo de la persona que lo ve. Casi dos horas de duración para vestirnos y calzarnos como Saúl , para ponernos en su lugar y conocer lo que ocurría en aquel horrible lugar. Durante toda la película predomina un plano agobiante centrado en el protagonista de la historia, al cual visualizaremos en todo momento excepto en determinadas ocasiones. El ent