Cada miércoles es el día del espectador y por lo tanto las entradas de cine están a un precio razonablemente más barato, de modo que el día anterior una amiga y yo nos aventuramos a salir caminando hacia el mejor cine de la ciudad a pesar del horrible sol que nos acompañaba en esa tarde de junio. A la noche siguiente seis entradas con sus respectivos dueños se dirigían a la sala donde mis amigos y yo íbamos a presenciar una historia tierna y preciosa sobre la vida de Dory. A pesar de los contratiempos iniciales debido a las largas colas de gente en busca de provisiones para comer y beber en el cine, conseguimos disfrutar todos de otra de las maravillas de Disney-Pixar, estudio que hace escasamente un año nos sorprendía con Del Revés (Inside Out) y El viaje de Arlo (The Good Dinosaur).
Terminan los trailers iniciales y empieza Piper: un precioso corto sobre un pequeño pájaro que debe salir de su zona de confort y aprender a sobrevivir en la playa junto a su madre y el resto de pájaros. Seis minutos sin diálogos pero con la maravillosa historia de superación que Buscando a Nemo nos enseñó y Buscando a Dory nos seguirá enseñando.
A rasgos generales, Buscando a Dory es una película nostálgica que nos hace rememorar a los personajes y escenas de la anterior película y nos presenta nuevos personajes a los que cogemos cariño rápidamente. La protagonista principal sin dudarlo es Dory en sus dos vertientes: adulta y pequeña. Ambas nos muestran el mismo mensaje pues Dory, a pesar de sus pérdidas de memoria a corto plazo, consigue superarse ante cada situación que se le presenta.
Algunos de los nuevos personajes son: Hank, un pulpo, Destiny, un tiburón ballena, Bailey, una beluga, entre otros, todos ellos con algún que otro problema que deben afrontar y superar. Además de estos personajes principales destacan otros que por su forma de ser y sus apariciones estelares no se pueden olvidar fácilmente como es el caso de Becky, un colimbo algo extraño que acompañará a Marlin y a Nemo en su aventura, y Ruder y Fluke, dos leones marinos que también tendrán su importancia y que parecen no soportar a Gerald, otro león marino del lugar.
El apartado visual es de sobresaliente, los colores se mezclan en el mar y en la superficie haciendo que la película, tierna desde un principio, siga por esa misma línea hasta el final. Además, algo que me sorprendió en el corto y que también se utilizó a lo largo de todo el largometraje fue la técnica de desenfoque que han utilizado, creando así un ambiente suavemente difuminado alrededor de aquello a lo que debemos prestar atención. De un modo simple, nos permiten disfrutar de una película cuya mezcla de luces y colores y su preciosa historia harán que quieras revisionar la película una vez más.
Niños y adultos se unen para ver una película nostálgica para unos pero divertida y tierna para todos.
Ficha y Banda Sonora:
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