Hace unos años intenté buscar respuestas al éxito de Marvel y al fracaso de DC en el cine. Ahora Marvel se encuentra en un punto muy distinto a cuando se estrenaban películas en su época dorada, es decir, películas de la saga del infinito, anteriores a Avengers: Endgame (2019), incluyéndola. Ese gran final de etapa supuso un reinicio en la expectación y motivación de los espectadores, quienes dudaban que Marvel pudiera alcanzar el nivel y calidad de ese final y continuar como si nada hubiera pasado.
En efecto, no pudieron alcanzarlo ni tampoco superarlo.
Tras la saga del infinito, la forma de concebir historias en el UCM parece ser vaga y perezosa y para ello no hay mejor ejemplo que todas y cada una de las series, que siguen un mismo patrón y que no ofrecen más que alguna pequeña información para que el fan se sienta reconfortado. Sin embargo, solo funcionan en ese aspecto, en la cabeza del fan comiquero y del fan que únicamente ve películas de Marvel. Esta fue la primera decepción con esta nueva etapa del UCM, una decepción que se fue repitiendo con cada serie que iban estrenando, incluyendo Moon Knight (2022), a pesar de ser una de las posiblemente más interesantes de todas junto a los primeros capítulos de Wandavision (2021), que parecían ofrecer un soplo de aire fresco, pero que terminó siendo cortada por el mismo patrón que todas las series y películas.
Cada una de las series siguen más o menos el mismo modelo, sin ofrecer variedad en cuanto a a la dirección, el color o la fotografía, entre otra multitud de aspectos. No se salva ninguna: Wandavisión, con su comienzo espectacular e innovador pero con una continuación insulsa; Falcon and The Winter Soldier (2021), que no proporciona un soporte para que el espectador se interese lo más mínimo por su trama, la cual empeora a cada capítulo que vamos conociendo más sobre el grupo antagonista; Loki (2021), que es la más atractiva por estar directamente conectada con el final de su personaje en Avengers: Endgame y por su tema multiversal, pero su trama se alarga de manera innecesaria; Hawkeye (2021), cuyos dos primeros capítulos son entretenidos, pero que continúa siguiendo el mismo patrón que todas; What if...? (2021), la primera serie animada que cuenta historias de otros universos, pero que no consigue que el espectador empatice con ningún personaje, a excepción, quizá, del capítulo de Doctor Strange; y Moon Knight, la serie más oscura, según fue anunciada, pero que en realidad es una versión más ligera de la serie "Legión", lo que permite que su personaje principal sea el más interesante de todos los presentados hasta ahora en esta nueva etapa.
Cada una de esas series tienen reflexiones y momentos realmente interesantes, pero como producto artístico global parecen defectuosas, aumentando esa sensación en la segunda y tercera visualización.
Esta desilusión con el UCM continúa con sus nuevas películas: Black Widow (2021), innecesaria y cuyo único fin es la presentación del personaje de Florence Pugh; Shang-Chi and the Legend of the Ten Rings (2021), más innecesaria todavía, aburrida, superflua, carente de carisma y pura fórmula Marvel concentrada hasta niveles casi absurdos; y Spider-man: No Way Home (2021), la que podría haber apostado por innovar y haber ofrecido confianza a los fans de que el UCM todavía tiene fuerza para lograr películas diferentes y sorprendentes, pero que acabó siendo un auténtico fan-service con poca esencia y creatividad y con muchos momentos superficiales.
De todo este grupo de nuevas películas, la que quizá más se distancia de todas ellas es Eternals (2021), la película con mejor intención, dirección y cohesión y con un tema profundo, tratado con interesantes personajes y conversaciones que permiten la reflexión sobre el mismo, cuya reseña pueden encontrar aquí. Además, Spider-man: Far from home (2019), que es la inmediatamente posterior a Avengers: Endgame y en un principio pensada para formar parte de la fase 4, aunque después se cambió a la fase 3, es una película familiar perfecta, que ofrece lo justo y necesario para ser disfrutable sin pedir mucho más a cambio.
La última película estrenada ha sido Doctor Strange in the Multiverse of Madness (2022), que logra transmitir esa locura que promete con una trama simple, ofreciendo alguna que otra sorpresa, pero con un gran hándicap: su nefasto guion, que no ahonda en sus temas principales (volviendo a la superficialidad de su tratamiento, como en otras series y películas) y con ciertos momentos absurdos e ilógicos que instan al espectador a gritarle a la pantalla, ya sea para que cierto personaje haga la acción más lógica que puede hacer en ese momento o para reírse en la cara de las estupideces que están viendo (su reseña la pueden encontrar aquí).
Parece que Marvel se ha convertido en lo que se esperaba que se convirtiese: una fábrica de cuentos fantásticos con efectos visuales sobresalientes para un público que busca mera diversión y entretenimiento.
Comentarios
Publicar un comentario