Las películas de guerra inundan cada año las salas de cine y suelen entretener a la mayoría del público de manera más o menos satisfactoria. 1917 se presenta derribando al resto de sus contendientes de su mismo género y alzándose victoriosa haciendo uso de uno de los mejores recursos visuales, como es el plano secuencia, que, habiéndose llevado apropiada y delicadamente, ha permitido a Sam Mendes lucirse como uno de los directores más sorprendentes y sobresalientes de este último año.
Gracias al aparente plano secuencia utilizado en toda la película, logramos sumergirnos en un ambiente de tensión, peligro y desconfianza como lo fue la Primera Guerra Mundial. La acción va aumentando e intensificándose a cada paso que dan los protagonistas, siempre sumando e impresionando, muy pocas veces disminuyendo y nunca apaciguándose. Concretamente, una escena cuenta con un juego de luces y sombras que corta el aliento.
En una película de este género y rodada de esta manera, la fotografía, los movimientos de cámara y el sonido son un trabajo prioritario para contar la historia, y por esa razón, más que justificada tras ver la película, ha ganado los premios Oscar a mejor fotografía y a mejor sonido, además de a mejores efectos visuales. Es más, en los Golden Globes consiguió los premios a mejor película y a mejor director, pues la planificación llevada a cabo para su realización ha tenido que ser muy ardua y precisa. No hay que pasar por alto su banda sonora, perfectamente integrada en el ambiente emocionante de la guerra.
Por último, me gustaría hacer una mención especial a los diversos cameos de actores reconocidos mundialmente que sorprenden gratamente al espectador avispado y contribuyen a la excitación del momento del visionado de la película.
Accurate review. Películón.
ResponderEliminarPoco más que añadir. Gran actuación de los dos actores protagonistas.
ResponderEliminarMaravillosos. Y si a eso le añades el apartado artístico de la película, consigues esta genialidad.
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