Ir al contenido principal
‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎ ‎

La contraposición de su mensaje y la efectiva sensación de vértigo │ Fall (2022)

Dos amigas fanáticas de la escalada deciden ascender a una de las torres de comunicaciones más altas del país. El propio título tanto en inglés, "Fall" (traducido como "caída"), como en español, "Vértigo", ya adelantan el tipo de película que nos encontraremos: una cinta de escalada sobre las alturas tratada desde el terror, aunque la escalada no es literalmente como tal, pues no hay rocas ni montañas, únicamente un enorme mástil.

Este tratamiento terrorífico tiene dos vertientes: sustos repentinos (o "jump scares") y miedo a las alturas o sensación de vértigo, consiguiendo ambas su cometido en el espectador asustadizo. Sin embargo, posiblemente debido al poco presupuesto, las escenas que hacen uso de efectos visuales generados por ordenador (CGI) se pueden identificar con más o menos claridad, aunque para nada impide el disfrute y la inmersión en la pesadilla presentada.

Las bajas expectativas hacia ella pueden ayudar a disfrutar más de su propuesta, pues lejos de ser revolucionaria, logra lo que consiguió The Walk (Robert Zemeckis, 2015), aquella película protagonizada por Joseph Gordon-Levitt en la piel de un arriesgado equilibrista, al verla con las gafas de tres dimensiones.

Otro punto interesante y que se agradece en este tipo de largometrajes es que la cinta justifica cada decisión que sus personajes toman a medida que evoluciona y, aunque el desarrollo de las dos protagonistas en bastante superficial, intenta profundizar un poco en su relación para mantener el interés por ambas.

Además, la cinta guarda algunas sorpresas que cualquier persona aficionada a este tipo de películas encontrará reconfortante. Asimismo, su tratamiento recuerda a películas como 127 Hours (Danny Boyle, 2010) y Mine (Fabio Guaglione y Fabio Resinaro, 2016) pero, en este caso, la cinta es mucho más accesible y terrorífica.

Como punto negativo, hubiera estado bien haber presenciado toda la acción desde el punto de vista de las chicas, desde lo que ellas ven y sienten, pero a veces la cámara se aleja de ellas para mostrarnos de cerca otros lugares y personajes. Esta decisión actúa en su contra, pues hace al espectador desconectar del momento de estrés e incertidumbre y calificar a la cinta como "poco arriesgada" en un mundo audiovisual donde el espectador ávido ha visto multitud de estructuras narrativas parecidas y agradecería un compromiso absoluto con un tratamiento que apueste completamente por evocar ciertos sentimientos sin que se desinfle por querer mostrar otras partes de la trama que estorban en su consecución.

Por último, el mensaje que pretende transmitir la película no parece corresponderse con el que de verdad transmite, pues pasa por él rozándolo, terminando por dar el contrario. Ese mensaje que repiten varias veces, y que puede considerarse SPOILER de alguna manera (así que no lean estos últimos dos párrafos si no han visto la película y no quieren saber nada más de ella), es que hay que aprovechar cada momento para sentirnos vivos, es decir, los míticos "tempus fugit" y "carpe diem". Sin embargo, en la película, si terminas persiguiendo ese mensaje, puedes terminar arrepintiéndote de haberlo hecho, de manera que, al contrario que muchas películas basadas en estos dos tópicos literarios, la cinta ofrece el contraste a un mensaje que debe tratarse con atención según el plan o actividad que se vaya a realizar y las motivaciones que las incitan.

Ante el mensaje contradictorio que presenta la película, podemos extraer una interpretación diferente si la consideramos una metáfora. La subida a la torre puede significar el esfuerzo que requiere llegar a cierto punto de nuestras vidas, mientras que la bajada puede significar que, para continuar con nuestra vida, no podemos agarrarnos siempre a lo que nos acompañó en el pasado, si no que debemos buscar por nuestra cuenta otras formas de avanzar y de superar los obstáculos y, en el momento que ya no parezca que haya más soluciones a la vista, buscar ayuda a nuestro alrededor o aceptar la que nos llegue. También puede considerarse una metáfora sobre la salud mental, pues a veces llegamos sin darnos cuenta a un estado mental perjudicial para nuestra salud y, al intentar volver a un estado más favorable, no sabemos cómo hacerlo y nos sentimos perdidos y abatidos sin saber qué otro paso dar hasta que, o bien buscamos un apoyo para sanar o aparece una ayuda que aceptamos para mejorar.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Gerald, el león marino de "Buscando a Dory" (2016) - Zona Spoiler

Comienzo esta sección del blog en la que daré mi opinión sobre algunas escenas, personajes o situaciones de películas y que tengan que ver con el universo cinematográfico. Por supuesto estas entradas contienen spoilers (información que puede destripar una película en el caso de que no la hayas visto) así que sugiero haber visto la película antes de leer nada de esta sección, la cual puede incluir información sobre el final o detalles importantes que serían convenientes no conocer antes de verla (perdón por la redundancia pero necesito recalcarlo).  Una vez avisados, comencemos: Buscando a Dory es una película infantil que los adultos también pueden disfrutar, y tales películas suelen tener un mensaje, en este caso: "sigue nadando", no te rindas, sigue intentándolo, lo conseguirás... A lo largo del largometraje encontramos a varios personajes con problemas y que nos demuestran el eslogan de la película, como es el caso de Nemo con su pequeña aleta, cuya

La memoria de la infancia │ L'Argent de poche (1976)

François Truffaut es uno de los directores franceses más reconocidos a nivel mundial y uno de los representantes del movimiento de la nouvelle vague , distanciándose del cine comercial para tratar de una manera más personal y particular temas que conectan de una manera única con el espectador a través de un original estilo visual y narrativo. Esta película pertenece a una trilogía temática centrada en la infancia compuesta por Les Quatre Cents Coups (1959), L'Enfant sauvage (1970) y la película que nos ocupa,  L'Argent de poche (1976). Bien es cierto que la primera película de esta trilogía,  Les Quatre Cents Coups (1959), pertenece a otra pentalogía conectada por el personaje de Antoine Doiniel (alter ego de Truffaut), interpretado en todas ellas por Jean-Pierre Léaud, a la que le siguen Antoine et Collete (1962), Baisers volés (1968), Domicile conjugal (1970) y L'Amour en fuite (1979). El título de esta película, L'Argent de poche , podría traducirse como "

El peligro del éxito │ Furiosa: A Mad Max Saga (2024)

No es difícil imaginar que una de las mejores películas de este siglo, Mad Max: Fury Road (2015, George Miller), haya inspirado otra historia basada en su universo y personajes. Sin embargo, a pesar de haber pasado nueve años desde su predecesora, tiempo suficiente para olvidarnos de la anterior y entrar a esta nueva película con una mentalidad más abierta, la precuela de Furiosa no cumple con las expectativas que alguno teníamos después de la barbaridad cinematográfica que supuso la anterior. Cuesta creer que George Miller haya dirigido ambas cintas, pues el realismo y lo crudo de  Fury Road pasa a un estilo cartoon (de dibujo animado), rompiendo con gran parte de lo que hacía genial a la previa. Es cierto que el guion ofrece temáticas interesantes, usando distintos elementos visuales para observar la evolución de los personajes y de sus valores y pensamientos, pero el tratamiento de muchas escenas se siente vacío y pesado, alargando situaciones que no aportan nada nuevo o interesant