La serie animada Doraemon ha representado la infancia de toda una generación que se sentaba delante de la televisión a disfrutar de los colores y aventuras que se iban sucediendo en la pantalla.
La historia de Doraemon, a pesar de sus subtramas infantiles, se basa en valores preciosos que son válidos tanto para infantes como adultos. Nobita representa a un niño inocente que suele tomar decisiones desacertadas y es Doraemon quien, como si de un pepito grillo mágico se tratara, lo ayuda a intentar hacerle ver la gravedad de las consecuencias de sus decisiones y a solucionar sus problemas. Esto es una muestra de que toda acción tiene sus consecuencias y que, dependiendo de la intención de dicha acción, las consecuencias pueden ser buenas, malas o incluso neutras, pues muchas veces intentamos actuar de buena manera pero la jugada puede salir mal por motivos ajenos a nosotros o por no haber tenido en cuenta el contexto en su totalidad.
Además, la serie incluye un conjunto de valores y una visión del mundo que, conforme crecemos, parece que vamos perdiendo y que, aunque a simple vista pueda parecer una visión poco real y simple, a veces es necesario acudir a ella para disfrutar y ser felices al mismo tiempo que vivimos en una sociedad en la que podemos encontrar problemas a cada paso que damos y ante los cuales la actitud que tomemos será fundamental para hacer frente a ellos.
Esta película continúa la historia de la primera y, durante toda su primera mitad parece que nos encontramos en un episodio más de la serie por su pesadez e infantilidad. Sin embargo, esta primera parte establece la base para una trama a la "altura" de Interstellar (Christopher Nolan, 2014) en lo que a película para niños pequeños se refiere. Al mismo tiempo, la película en su conjunto trata valores relacionados con la amistad, la familia y la confianza en uno mismo. Valores que se construyen en la infancia y que en la etapa adulta van y vienen según nuestro estado mental y emocional.
Un aspecto curioso de la película, según mi interpretación personal, que no sé si es intencionado o una invención propia, es la importancia que se le otorga a la salud mental y me explico (intentado evitar grandes spoilers): Nobita siempre ha sido un niño "cobardica", inseguro, inocente e incapaz de solucionar sus propios problemas. En cambio, cuando entra en la edad adulta y se enfrenta al casamiento y a la responsabilidad para con su pareja, para con ambas familias y para con sus amigos, debe tomar una decisión importante en su vida sobre la que tiene muchas dudas. Es en ese momento cuando necesita ayuda (dada por alguien que Nobita seguramente no espera) y tiene que desarrollar estrategias para afrontar su propia realidad y seguir adelante.
Asimismo, la cinta trata otro tema más familiar relacionado con el cariño y el respeto a los mayores de la familia, tratado con mucho tacto y cuidado debido a la importancia que pueden representar nuestros mayores en la niñez y al respeto que en Japón se les otorga.
En definitiva, es una película muy interesante para reflexionar de manera individual y para extraer cada uno la enseñanza que considere.
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