Al ver a Bruce Willis y Henry Cavill juntos, lo único que puedes esperar es una buena película de mamporros y puñetazos para pasar un buen rato. Sin embargo, la cinta decae nada más empezar y el resto de la película es difícil de salvar.
Un comienzo muy tranquilo que tarda en mostrarnos lo que esperamos ver y, cuando lo hace, el guion se convierte en polvo pues explica lo justo y necesario para entender la historia sin ahondar en todos los temas superficiales que abordan.
Como español, me resultó raro ver todas las localizaciones madrileñas con Henry Cavill dando vueltas. La película hubiera parecido más un anuncio para atraer turistas a Madrid que una película propiamente dicha si no hubiera sido por los últimos minutos. Si los eliminamos, es todo publicidad con un buen guion (para ser un anuncio).
No quisiera seguir despotricando sobre la película pero hay varias escenas que merecen ser comentadas. La primera es la manera que tiene nuestro amigo Henry de salir de un velero que está zarpando a tierra y de tierra al velero, como si fuera lo más normal irse y volver nadando para dar una vuelta por la ciudad porque así se relaja un rato. La segunda es la escena del policía a caballo, sin sentido, la han metido porque seguramente querían mostrar una pequeña persecución a caballo. Y la tercera, por no analizar todas las tonterías que tiene la cinta, es cuando el personaje de Verónica Echegui lleva cargando en el hombro a Henry y se queja al mismo tiempo que Henry cuando este se da golpes estando malherido (las quejas serían del peso de cargar a Henry pero se notó extraño).
Una cinta de acción muy poco madura y superficial que sólo podría interesar a alguien muy fan de Henry o de Bruce o a quien esté haciendo zapping por la tele.
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