Tras una primera película completamente cerrada y perfecta de principio a fin, James Cameron vuelve a Pandora para estirar el chicle y seguir concienciando a las futuras y antiguas generaciones. Avatar: The Way Of Water es "cine costumbrista ecológico alienígena de blockbuster", una descripción que inventé el mismo día tras verla y a la que me sigo aferrando, pues evoca tanto sus fortalezas como sus debilidades. Ya hablamos en la reseña anterior del daño que puede hacer las expectativas al acercarnos a una nueva película y, en especial, a una película tan esperada como ésta. Sobre todo, se esperaba espectacularidad visual y una experiencia inmersiva en Pandora, lo cual se consigue ampliamente, pues sus efectos visuales son insuperables, excepto por el uso del HFR ( High Frame Rate o Alta Frecuencia de Imagen), causando que ciertas escenas se vean a 48 FPS ( frames per second o imágenes por segundo) y otras a 24 FPS. Dicho cambio hace parecer que la película no funciona co