Del colorido mundo musical a una dramática historia personal. Damien Chazelle cambia su registro, sin perder de vista algunos de sus toques musicales, en esta película que narra la vida de Neil Armstrong desde que es seleccionado por la NASA hasta el primer alunizaje. Esta cinta no solo evoca levemente el rasgo musical de su anterior película, sino que también evoca, y de manera más exagerada, la lentitud de su narrativa, pres ente ya en La La Land (2016) y mejor ejecutada en aquella que en esta última. Desde el principio, la historia avanza con un ritmo digno de un canto de nana hasta que alcanza el principal acto dramático que vertebrará toda la cinta. Esta lentitud se encuentra en consonancia con la depresión por la que viaja el propio protagonista al mismo tiempo que debe enfrentarse a su vida y responsabilidad familiar y a los peligros y consecuencias de su trabajo. Además de centrarse en la vida personal de Neil, la película también cuenta todo lo que ocurrió antes de ese ...