Esta era una de las películas de miedo que más esperaba ver en los últimos meses y, debido a ese entusiasmo y posiblemente también a las grandes expectativas que tenía sobre la película, no me pareció que la trama terminara de arrancar en ningún momento.
Esta película es un ejemplo de cómo utilizar de manera renovada el concepto que se presenta en Atrapado en el tiempo (El día de la marmota o Groundhog Day). No es necesario decir que al ser un concepto muy utilizado tanto en series como en otras películas, no me causó asombro alguno y el guión poco trabajado tampoco ayudó. Además, la dirección y la actuación no merecen la pena resaltarlas pues, sin ser malas, no llegan a un punto digno de mención.
Hablemos de las debilidades de la película. Para empezar, la trama es sencilla y no se sale de lo que ya existe, de modo que no consigue enganchar a aquellos cinéfilos que, como yo, ya hemos visto varias puestas en práctica de este concepto. Además, la repetición de escenas, hecho en el que se basa principalmente la película, puede causar a muchos espectadores cansancio e incluso aburrimiento pues parece que la trama no consigue avanzar. Y el hecho esencial que me causa gran parte de rechazo hacia la película es su protagonista. No hablo de la actuación de la actriz, aunque no consiga sobresalir del todo por parecer poco creíble, sino de la forma en que se desenvuelve el personaje en la historia.
Nosotros, los espectadores, nos sentamos a ver una película en la que un tercio de ella sirve para mostrarnos cómo la protagonista se da cuenta de la situación que está viviendo y, en ese mismo tercio, nos presentan el misterio. A partir de aquí, la película de miedo pasa a ser una de detectives y de comedia cuyo desarrollo se parece al propio de algunas películas infantiles, además, a veces, el comportamiento de la protagonista en ese desarrollo no llega a parecer muy real y se convierte en una especie de personaje animado debido a esa poca credibilidad, a las estúpidas acciones que lleva a cabo y al disonante montaje con música que aparece sobre el ecuador del largometraje. Durante la película aparecen pistas que llevan al espectador a especular sobre quién es el culpable. Sin duda, debo conceder un punto positivo a la resolución del misterio, aunque fuera algo brusca y rápida pero mejor así que lenta y aburrida como el primer tercio de la película.
Dejando de lado el muro de decepciones que es el párrafo anterior, la película es entretenida en su punto justo y deja verse sin problemas. Lo que más merece la pena resaltar son los mensajes que parece transmitir, destacando el mensaje principal: disfruta de cada día y de cada detalle y enmienda los errores cometidos en el pasado, merece la pena y te sentirás mejor.
Esta película respira la esencia de una de las películas de miedo y comedia que más me han divertido en los últimos años, The Final Girls, la cual recomiendo si os gusta este género, pues supera con creces a Feliz Día de tu Muerte.
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