
Desde hace relativamente poco tiempo, Dísney nos ha ido trayendo varios live-actions de sus clásicos: Alicia in Wonderland en 2010, Cinderella en 2015, The Jungle Book en 2016... y Beauty and the Beast este año. Tanto mis amigos como yo estábamos deseando de poder disfrutarla en el cine y eso hicimos: el día después del estreno por la mañana nos dirigimos al cine para caer en las manos de esta historia una vez más.
Una película que refleja en ella la historia y escenas del clásico animado de 1991 pero que, además, expande la trama con nuevos hechos, personajes, sorpresas y canciones que quedarán para el recuerdo.
Un cuento para disfrutar, enamorarte y viajar a un universo que seguro te encantará.
De todas formas no hace faltar vender esta película para hacer que la gente vaya a verla pues el hecho de que sea de Disney, su título y su reparto ya son motivos suficientes para ello.
Sin duda, esta película es una versión mejorada de la ya conocida y querida versión animada y todo lo que había en la otra lo hay en esta e incluso mejorado, como ya he comentado. No quisiera ahora ponerme a explicar todo lo fascinante y maravilloso que tiene pues lo es todo, pero sí quisiera compartir la única escena que no me gustó del todo (a pesar de ser genial tal y como es): la escena de la canción de "Qué festín". Es mi canción favorita de la película original y cuando la vi plasmada en esta versión no me gustó mucho, mis razones son las siguientes: aunque ambas versiones sean casi idénticas y compartan los mismos colores, en esta versión me pareció mucho más oscura y menos feliz, hecho que hizo que le diera mi negativa a esta versión de la canción.
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