La anterior película de Celine Song, Past Lives (2023), es una película romántica preciosa que ya no sólo su guion sino la increíble fotografía te transporta a la emoción que mueve a su protagonista.
En esta segunda película, continuamos con estos triángulos románticos pero enfocándose en la visión materialista que tiene la sociedad de todo aquello que nos rodea y nos afecta.
Esa crítica a lo que el título se refiere es el tema principal más allá de las relaciones amorosas que se puedan mostrar en la cinta. Por encima de todo interesa preguntarse constantemente qué mueve cada relación y en dónde vemos el aspecto materialista en las escenas que nos presentan.
Sin duda, es una película que alza la voz contra todas estas ideas que las redes sociales y la sociedad en general están lanzando constantemente y que afectan a nuestro entendimiento y a nuestra manera de ser y sentir tanto hacia fuera (hacia las demás personas) como hacia dentro (hacia nosotros mismos).
Respecto a los tres protagonistas, sus actuaciones cumplen lo esperado, sobre todo Pedro Pascal tras su falta de carisma y actitud en la nueva película Los 4 Fantásticos: Primeros Pasos (2025). Dakota Johnson nunca ha sobresalido por su grandes dotes actorales pero su actuación es cómoda de ver a pesar de no ser una actriz tan explosiva en pantalla (en cuanto a actuación y emoción). Chris Evans también se disfruta mucho al nivel de sus otros dos compañeros que crean entre los tres este curioso triángulo.
Además, es necesario destacar todo el comienzo de la película que ya pone el foco en su título de una manera muy inesperada e interesante.
En definitiva, es una película que da mucho que pensar sobre nosotros y sobre la manera y la sociedad en la que nos relacionamos. Sin embargo, no es la continuación que esperábamos de esta directora pero tampoco defrauda. Como últimamente defendemos en este blog, necesitamos voces autorales nuevas y aquí tenemos una voz muy potente.


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